Hola amigos:
Os dejamos con un cuento motor muy divertido, en el que se encuentran diferentes elementos de la música, en especial las canciones motrices.
Había una vez un carpintero que
siempre estaba trabajando en su taller de carpintería. El trabajaba con mucha
alegría y casi siempre cantaba(lalalala, lalalilalalala….Se pueden inventar
diferentes ritmos.)
Un día llegó a su taller un niño
con la cara muy triste (fruncir el ceño y los labios poniendo cara de
tristeza).
- ¿Qué te pasa? – le preguntó el
carpintero.
- Pues que he perdido mi muñeco
cantarín, y no lo encuentro por ninguna parte. ¿No lo habrá encontrado por
aquí, verdad?.
- Pues no, por aquí no lo he
visto.

Un día el carpintero le dijo:
- No te preocupes, yo te voy a
hacer un muñeco y seguro que te gustará.
Ese día el niño se fue más
contento. El carpintero comenzó a hacer el muñeco y cada vez estaba quedando
más bonito.
Cantaba y cantaba de alegría (inventar
melodía, parecida a la anterior).
El carpintero además de trabajar
con alegría, también tenía poderes mágicos y cuando terminó el muñeco, le dijo
cantando:
- Lala lalala! mañana cantaras
lala lala!, tu boca moverás, y para cantar una canción aprenderás esta lección:
(Todos los niños y niñas harán lo
que decía el carpintero):
-Dentro de la boca está la lengua
y la tendrás que mover de un lado a otro.
- La lengua quiere asomarse
un poquito y con la puntita se da un paseo por los dientes de arriba y luego
otro por los dientes de abajo.
- Ahora quiere hacerle
cosquillitas al labio de arriba, moviéndose de un lado para otro. También lo
hace con el labio de abajo.
- Después la lengua sale larga,
larga, hacia abajo y hacia arriba para tocarse la nariz.
- La lengua se dará un paseo moviéndose
rápido de dentro a afuera (primero en silencio y después con ruido).
- Hay que inflar un globo con los
mofletes (inspirar y soplar, desinflando poco a poco).
- Ahora quiero ver cara de alegre
y enfadado (extender y retraer labios alternativamente).
El muñeco cuando hizo todas esas
cosas estaba tan contento que empezó a darle besitos muy fuertes al carpintero (lanzar
besos sonoros al aire).
Al día siguiente el niño llegó a
la carpintería y escuchó que alguien estaba cantando, pero no era el carpintero.
- ¿Quién canta?, preguntó el
niño.
- Pues alguien que quiere ser tu
amigo, contestó el carpintero.
Cuando el carpintero le enseño el
muñeco, el niño empezó a dar saltos de alegría.
El niño le dio las gracias al
carpintero y se fue contando con su nuevo muñeco mágico(lala lá lala lí, lala
lala lala lá,…. inventar diferentes ritmos).
El carpintero se sintió muy feliz
y siguió trabajando con la misma alegría de siempre.
Y es que trabajando contento y
ayudando a los demás, a todos alegrarás.